desalados y torpes se desgañitan
tronando en vano por las aceras,
estallan sin fe y resucitan
sin convicción alguna,a duras penas.
ya desoigoel desaliento que vomitan
los labios,sedientos,las secas venas,
las ganas de llorar ya marchitas
y los ojos derretidos en arena.
saturados los clavos en el pecho
se golpean en monótonos segundos
tan vacíos y desiertos
que empiezo a ignorar qué amargo fruto
son capaces de latir,y qué inviernos
pueden soportarse sin sueño alguno.
Adaev.
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Vaya , vaya,.....vuelves por tus fueros.
ResponderEliminarCómo mola leerte otra vez.
Abrazotes.