SIN LETRA O TÚ MÚSICA
¿No oyes?
Palpita bajo la piel
la tercera sílaba que te nombra.
¿Ves?
Son tus letras
y tus nombres.
¿Sientes?
Los relojes cojos
comen calendarios
calenturientos
y mudos.
¿Adivinas?
¿Qué pasado de sombras
camina
atornillándome el corazón
y la tinta?
Si existieras
todo sería igual:
por eso perdí el pánico.
ADAEV
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