Tú brillas y te expandes
por el negro vacío de mi pecho
poblándome de luz y de motivos.
Tú sonríes e imparable
la vida reamanece, de nuevo creo
que vale la pena tanto exilio.
Tú existes y evitas que mi sangre
derramada en vano por el suelo,
dándole a tanta herida sentido.
Tú eres la única brisa suave
que alienta mi desánimo maltrecho
y habitando mis ropajes vacíos.
adaev
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