opaco y sonoro
como si no existieras
y llena con sus sílabas
los rincones ajados de mis sueños.
Tu nombre me abre abismos
y carreteras,
me arranca siglos de encima,
páginas,
y me obliga a rebatir mis alas
raquíticas de cartílago descarnado.
Tu nombre me define
y me conforma
de modo que no sé si te digo
o me hago vivir entre tus letras.
No sé ya si tu nombre es tuyo,
es el nombre de dios
o soy yo mismo.
ADAEV
Qué maravilla de poema!! todo él, sin desperdicio.
ResponderEliminarUn abrazo
Marian
A veces... cuando sólo tenemos un nombre.
ResponderEliminarCuando no poedemos agrarrarnos a algo más...
Un poema para disfrutarlo.
Cuando digo tu nombre
ResponderEliminarse abren las ventanas del alma
se me llena de amor la mirada
y llega un punto
en que no sé , si es verdad
o un sueño,
si estoy pensando
o sintiendo...
Qué bonito tu poema. Cuando se siente así, es algo que llena por completo.
Un beso
La metáfora, la pérdida de identidad... todo me suena tanto... en el fondo todos los poetas tenemos una misma arma... sabes cual verdad?
ResponderEliminarBesos
Cita
Un nombre, llena, acelera, perdura..puede incluso guardar un aroma, un despertar, una sonrisa. Lo recuerdas?. Gracias, por tu incursión en las esquinas. Bicos de agradecimiento.
ResponderEliminar