Me creaste,
a tu imágen y semejanza,
con tus hambres,
sudor y miedo escondidos:
Luchamos juntos,
a tu sombra,
lo diste todo
y ahora lo dejas todo:
una vida de guerra,
de lucha perenne y tragar saliva
venciéndolo todo...
y ahora te me mueres
y me quedo huérfano:
de jefe ,de compañero,de ídolo y de padre...
huérfano de parábolas,
de refranes,
de tu sillón
de tus rarezas merecidas
ganadas a pulso,
de tu genio,ingenio y de tu risa...
huérfano de tí y de tu ejemplo.
ADAEV
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La pérdida es siempre mostruosa, pero la de un padre o una madre no tienen palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
MArian
bellísima elegía, un grito de dolor que rasga el alma.besos
ResponderEliminarDoloroso poema, ante la pérdida del padre.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Lloro.
ResponderEliminarTodos mis abrazos.
Ya sabes que mi alma y mi corazón siempre están contigo. Invariablemente. Infinitamente.
ResponderEliminarTe envío un trozo de mi alma, hoy también herida, para que enjugues tus lágrimas.
gracias marian,gracias marisa,gracias luisa,gracias hombre-pez,gracias esperarlanoche....gracias a todos por entender yabrazar este hueco maldito que se me expande en el alma moribunda y en el corazon seco que me envenena los futuros.
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